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ToggleCuando te metés en el mundo de la publicidad digital, hay dos nombres que aparecen enseguida: Google Ads y Meta Ads (lo que antes conocías como Facebook Ads). Ambos son monstruos de la publicidad online, pero funcionan de formas muy distintas. Y si bien los dos pueden traerte buenos resultados, elegir bien depende mucho de qué estés buscando lograr.

¿Qué son Google Ads y Meta Ads?
Google Ads es el sistema publicitario de Google. Seguramente viste esos anuncios que aparecen cuando buscás algo en el buscador, o mientras mirás videos en YouTube, o incluso cuando navegás por distintas webs. Bueno, todo eso es parte de la red de Google.
Meta Ads, por su parte, es la plataforma que te deja mostrar anuncios en Facebook, Instagram, Messenger y otras apps. Está pensada para que tus anuncios aparezcan mientras la gente está scrolleando, mirando historias o viendo reels. Acá, el enfoque es otro: menos búsqueda directa, más descubrimiento.
Ambas funcionan bajo un modelo de subasta, donde pagás por clic (PPC). Pero cada una tiene su “personalidad”.
Diferencias clave entre Google Ads y Meta Ads
- Intención del usuario:
- Google Ads: el usuario está buscando activamente algo.
- Meta Ads: el usuario está navegando, descubriendo.
- Dónde aparecen:
- Google: buscador, YouTube, apps, millones de sitios.
- Meta: Facebook, Instagram, Messenger, apps asociadas.
- Formatos más comunes:
- Google: anuncios de texto, video, shopping, banners.
- Meta: imagen, carrusel, historias, reels, colecciones.
- Segmentación:
- Google: por palabras clave, ubicación, audiencias.
- Meta: por intereses, comportamientos, lookalike.
- Costo por clic promedio:
- Google: suele ser más alto (por la alta competencia).
- Meta: en general, más bajo.
Dicho simple: Google atrapa al que ya quiere comprar. Meta le muestra tu marca a quien todavía no te conoce, pero podría interesarse.
Ventajas y desventajas de Google Ads
Lo bueno:
- Captás usuarios listos para comprar o dejar sus datos.
- Ideal para servicios o productos con demanda activa.
- Muchos formatos para elegir (textos, videos, shopping, etc.).
- Se integra muy bien con Google Analytics y CRMs.
- Permite hacer remarketing con base en lo que el usuario hizo.
Lo no tan bueno:
- Es más caro, sobre todo en rubros muy competidos.
- Requiere bastante conocimiento técnico para sacarle jugo.
- No es tan visual o creativo como Meta.
Un ejemplo: si vendés seguros y alguien busca “seguro para auto”, Google es donde querés estar. Es ese momento clave en que el usuario ya decidió que necesita tu servicio.

Ventajas y desventajas de Meta Ads
Lo bueno:
- El CPC es más bajo (ideal para arrancar con poco presupuesto).
- Te permite contar historias, mostrar tu marca, emocionar.
- Segmentación detallada: gustos, hobbies, estilo de vida.
- Muy útil para productos aspiracionales: ropa, viajes, deco…
- Podés usar reels, videos, stories, carruseles… lo que quieras.
Lo no tan bueno:
- La gente no está buscando comprar; está scrolleando.
- Hay mucha competencia (todos están anunciando).
- Las políticas de privacidad pueden complicar el tracking.
Ejemplo real: si vendés muebles de diseño, Meta te deja mostrar ese sillón divino en una casa hermosa. Ahí enamorás desde lo visual, aunque el usuario ni sabía que quería cambiar el living.
¿Cuál conviene según tu objetivo?
Elegir entre Google Ads y Meta Ads no es tan blanco o negro. Acá entran en juego varias variables: el tipo de producto o servicio, el momento del embudo en que está tu público, y también tu presupuesto. Te lo cuento más a fondo con algunos escenarios típicos:
- Ventas rápidas o captación de leads inmediatos: Si vendés algo que la gente suele buscar activamente (como un electricista urgente, un turno con un traumatólogo o una oferta puntual de e-commerce), Google Ads es clave. No sólo llegás en el momento justo, sino que tenés chances reales de cerrar esa venta sin rodeos.
- Posicionamiento de marca y branding: Meta Ads se luce cuando querés que te conozcan. Ya sea que estés lanzando una marca de ropa, una nueva cerveza artesanal o un curso online, el impacto visual y la posibilidad de contar una historia hacen que conectes desde lo emocional. Ideal para cuando no querés vender ya, sino dejar una huella.
- Ecommerce: Acá no hay vuelta que darle: la combinación gana. Usá Meta para atraer nuevos visitantes, generar interés, mostrar lo que ofrecés. Y Google Shopping para aparecer cuando esa persona busca “comprar zapatillas urbanas”. Ambos canales se retroalimentan.
- Negocios locales: Si tenés un salón de belleza, una veterinaria o una cerrajería, Google te va a ayudar a que te encuentren cuando más te necesitan (“urgencias 24hs en Palermo”). Pero Meta también suma, sobre todo para fidelizar y mostrar el día a día del negocio con promos, fotos o testimonios.
- Productos aspiracionales o de compra impulsiva: Un perfume, una suscripción a una caja gourmet, una escapada de fin de semana… todo eso entra por los ojos. Meta permite que lo visual juegue su rol, seduzca y convenza.

Comparativa técnica: segmentación, costos, formatos y métricas
A veces hay que mirar los número frío, sobre todo si vas a armar una estrategia más afinada. Acá te dejo una comparativa técnica, pero contada en criollo:
Segmentación
- Google Ads es como pescar con cebo: usás palabras clave para atrapar al que ya está buscando. También podés sumar datos de comportamiento, audiencias similares o incluso excluir segmentos para afinar.
- Meta es más como tirar una red inteligente: podés segmentar por edad, ubicación, intereses, estilo de vida, y crear audiencias parecidas a tus compradores reales. Es muy potente si sabés bien a quién le hablás.
Costos
- En Google, el CPC puede ser alto (en algunos rubros cuesta más de $1.000 el clic), pero la calidad del lead tiende a ser mejor. Es alguien que ya está decidido.
- Meta tiene CPC más bajos, incluso menores a $100 por clic, pero necesitás una buena estrategia para que ese clic se transforme en algo real. De lo contrario, sólo gastás presupuesto.
Formatos
- Google tiene anuncios de texto, shopping (para productos), video en YouTube, banners estáticos o animados. Lo bueno es que podés estar en muchas partes.
- Meta se lleva el premio en creatividad: reels, stories, carruseles, colecciones, formularios instantáneos, videos… Si sabés usar bien los recursos visuales, es un parque de diversiones.
Métricas clave
- En Google, el CTR (click through rate), el CPC, la posición promedio y la tasa de conversión te dicen mucho sobre el rendimiento.
- En Meta, mirás cosas como el ROAS (retorno de la inversión), las interacciones, la frecuencia (cuántas veces vio alguien el anuncio), las vistas de video y las conversiones personalizadas.
Esta parte puede parecer más densa, pero es la que te permite ajustar y optimizar. Porque una campaña no es algo que lanzás y listo: es algo que se trabaja, se testea y se mejora semana a semana.
Por qué usarlos juntos
La verdad es que no es Google vs. Meta. Es Google y Meta. La combinación puede ser muy poderosa si se usa bien.
Embudo completo
- Usá Meta para que te conozcan (TOFU).
- Usá Google cuando ya están listos para decidir (BOFU).
Remarketing cruzado
- Si alguien entra desde Google, podés recordarle tu marca en Instagram.
- Si te vieron en Instagram, y luego buscan en Google, te encuentran arriba.
Creatividades y testeos
- Probá imágenes en Meta y llevá lo mejor a YouTube o banners de display.
Presupuesto
- Querés visibilidad masiva? Meta.
- Querés ventas concretas? Google.
Y entonces... ¿cuál elijo?
Depende de tu negocio, del momento en que está tu marca, y del tipo de cliente al que querés llegar.
- B2B: Google atrae leads más calificados. Meta puede ayudarte a educar el mercado.
- E-commerce: combiná ambos. Meta para inspirar, Google para cerrar.
- Servicios locales: Google para captar urgencias. Meta para humanizar y mostrar lo que hacés.
- Presupuestos ajustados: arrancá con Meta, medí, y a medida que funcione, sumá Google.
- ¿Tenés comunidad en redes? Meta te potencia todo el contenido orgánico.
En Imactions, ya trabajamos con cientos de marcas que enfrentaron este dilema. Y la verdad es que no hay una receta mágica. Lo que sí hay, es estrategia. Y eso es lo que hacemos: analizamos, medimos y combinamos lo mejor de cada plataforma según tu negocio.
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